La economía social sostiene la creación de empleo durante la crisis
Una alternativa de futuro, no una solución coyuntural
La patronal Cepes resalta en su asamblea que este modelo empresarial ha creado 20.000 nuevas empresas y 150.000 puestos de trabajo en los últimos cinco años
La patronal Cepes presenta sus credenciales para que la economía social participe en las “reformas estructurales” que necesita el modelo productivo español
El conjunto de la economía social española ha mantenido las cifras de empleo en los últimos cinco años, los más duros de la crisis, con unos 2.350.000 puestos de trabajo directos e indirectos. Si bien la tónica general ha sido la destrucción de empleo, el sector ha generado en este periodo unas 20.000 empresas y ha incorporado 150.000 personas al mercado laboral. Estos son algunos de los datos que la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (Cepes) puso de manifiesto durante la celebración el pasado jueves 20 de junio, en Madrid, de su XXI Asamblea, que se clausuró con un foro bajo el lema ‘Construyendo Europa desde la Economía Social, otra alternativa para el crecimiento económico y el empleo’.
La patronal mostró el papel del sector en el desarrollo económico y social en la Unión Europea y en los Estados miembros y lanzó el mensaje de que estas empresas quieren dejar de ser consideradas como “soluciones coyunturales” ante una mala situación, como la actual crisis económica, y pasar a formar parte de las reformas estructurales que necesita el modelo productivo español y europeo. “No son una solución puntual, sino de futuro”, aseguró su presidente, Juan Antonio Pedreño. El acto, que tuvo lugar en el Auditorio de la ONCE, pretendía demostrar con datos que existe otra alternativa económica a la situación actual que pasa, “de forma ineludible”, por la economía social y sus empresas.
En la jornada, aparte del presidente de Cepes, intervinieron el ministro delegado del Ministerio de Economía y Finanzas, encargado de la Economía Social y Solidaria y el Consumo de la República Francesa, Benoit Hamon; la secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, y el jefe del ejecutivo murciano y presidente del Comité de las Regiones de la Unión Europea (CDR), Ramón Luis Valcárcel. Además, entre los más de 400 invitados que asistieron se encontraban diputados y senadores nacionales, representantes de Gobiernos autonómicos, de organizaciones de autónomos, del tercer sector de acción social y de la economía social, a nivel nacional e internacional.
El evento, en el que Ucomur colaboró activamente, contó con la presencia de parte del consejo rector y trabajadores de la organización, así como una representación de la Región encabezada por Valcárcel y el consejero de Educación, Formación y Empleo, Constantino Sotoca; directores generales de su departamento, como Fernando Vélez y Carlos Romero; y el presidente de Fecoam, Santiago Martínez Gabaldón.
Pedreño señaló que la economía social es un modelo que “sigue demostrando su compromiso hacia las personas, la creación y mantenimiento de empleo y de empresas y el incremento de la competitividad y la innovación”. En su discurso, destacó que es un sector que desarrolla un papel esencial dentro de las políticas española y europea y que concede una oportunidad importante de avanzar contribuyendo en el doble objetivo del crecimiento y la cohesión social.
Aseguró que este tipo de empresas, a través de la combinación de solidaridad y rentabilidad, han tomado un papel primordial en la economía, pero se lamentó de que no podrán prosperar y aportar todo su potencial si no se reúnen las “condiciones políticas, legislativas y operativas adecuadas”. En este sentido, abogó por que se facilite la financiación, para que los recursos lleguen con más normalidad a los emprendedores, así como que se eliminen las trabas administrativas y se facilite la reconversión en cooperativa de las empresas mercantiles en crisis, “para que no tengan que cerrar primero para volver a nacer” y, en el proceso, se pierdan clientes.
También considera vital que las instituciones europeas y los gobiernos se coordinen para que haya una política europea global e integradora a favor de este sector, que representa los intereses de dos millones de empresas y casi 20 millones de empleos en todo el continente.
El presidente de Cepes manifestó que es necesario recordar a la sociedad y a los gobiernos que estas empresas se han convertido en una pieza clave en la construcción de los países que forman Europa y en la salida de esta complicada situación económica, “y que están mostrando su compromiso de forma permanente con el empleo”. Entre sus valores, resaltó que aportan riqueza al ámbito local, aportan soluciones a colectivos en exclusión social y generan puestos de trabajo “estables, de calidad, sostenibles y solidarios” gracias a su mayor flexibilidad interna e implicación de las personas en el proyecto.
En concreto, recordó que la destrucción de empleo en la economía social, en general, es de 6,5 puntos por debajo de otros modelos empresariales, y en las cooperativas, en particular, el diferencial está por encima de los doce puntos. En 2012, se crearon en España en el marco de la economía social más de 2.000 empresas y casi 20.000 puestos de trabajo. Además, señaló que hay que tener en cuenta los cientos de empleos que se están salvando gracias a los procesos de transformación y reconversión de empresas mercantiles en crisis o a punto de cierre en cooperativas y sociedades laborales. En Europa, según los datos de la confederación Cecop, se produjeron 150 casos en el último año, de los cuales 75 fueron en España.
“Ante la situación actual de incertidumbre y sufrimiento, las empresas de economía social aportan un rayo de esperanza a un gran número de personas, que sin esta solución no estarían en el mercado laboral”, aseguró.
El presidente de la patronal comentó que necesitan lanzar un mensaje “claro, diáfano, contundente y firme” que permita que las empresas de economía social sean “más conocidas, entendidas, respetadas y valoradas” por todas las personas, pero especialmente por los responsables de desarrollar políticas públicas. “Debemos trabajar para demostrar que el presente y el futuro no pueden construirse sin contar con este tipo de empresas capaces de consolidar un modelo empresarial sólido y de éxito”, apunto. Pedreño recalcó que, ante una sociedad que ha cambiado, la economía social “escapa” al clásico esquema de empleados-empleadores y reclama un “reconocimiento expreso como interlocutor social nuevo” y que el sector esté presente en todos los foros donde se discuten, se fomentan y se elaboran políticas.
Benoit Hamon reconoció que la economía social es “una de las soluciones” a la crisis y expuso en su intervención las medidas que se están poniendo en marcha en Francia para favorecer el empleo y el desarrollo social a través de este modelo empresarial, entre las que destaca la inversión de 500 millones de euros para duplicar las cifras del sector en los próximos años. Además, mantuvo un encuentro con Engracia Hidalgo para conocer las políticas del Gobierno español en este ámbito y, especialmente, la ley aprobada en 2011. La secretaria de Estado para el Empleo destacó en su discurso que la economía social es una “fórmula de éxito” que hay que considerar para el futuro, puesto que “es clave en el desarrollo local y creación de empleo no deslocalizable”.
Normativa europea
Valcárcel, por su parte, también abogó por una política global y una normativa sobre economía social común en la UE que incentive este sector, porque es el “mejor ejemplo para volver a crecer, garantizar el progreso y avanzar en una Europa cercana y solidaria”. El jefe del Ejecutivo murciano señaló que el actual marco normativo de los estados miembros de la Unión Europea “debe adaptarse a los nuevos tiempos” y, al igual que sucedió en España, donde se aprobó por unanimidad una Ley de Economía Social pionera en el conjunto de Europa, “se debe reflejar la sensibilidad política y social hacia un sector que se ha configurado como una forma de emprender y generar riqueza en nuestros días”.
Además, subrayó que las empresas de economía social son hoy en toda Europa una “clara opción estratégica de desarrollo y de inserción sociolaboral”, puesto que juegan un papel clave a la hora de promover la cohesión social, “sin escatimar esfuerzos para conseguir un crecimiento sostenible y crear empleo”.
De igual manera, avaló el papel del sector cara a la “reactivación económica” y como modelo de gestión, con empresas que no se deslocalizan y “que mantienen un fuerte vínculo con su entorno más cercano, con las personas que sustentan su labor”.
ESPECIAL COOPERATIVISMO «LA VERDAD» 26/06/2013.