Hispacoop y Ucomur muestran en un curso las ventajas de este modelo de negocio y cómo puede desarrollarse a través del trabajo asociado
Las dificultades para encontrar un trabajo por cuenta ajena en los últimos años han hecho que cada vez más personas consideren que el autoempleo es una salida interesante para incorporarse al mercado laboral. Sin embargo, el emprendimiento en solitario puede desanimar a aquellos que no cuentan con experiencia previa en la gestión de un negocio o bien encuentran problemas para afrontar una inversión tan importante. Como alternativa, existe la figura de la franquicia, una manera de lanzarse a crear una empresa, pero no partiendo de cero, sino con el respaldo de una experiencia que se sabe que funciona.
Con el objetivo de mostrar esta interesante opción, la Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios (Hispacoop), en colaboración con Ucomur y el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, celebró el pasado 7 de octubre un curso centrado en cómo la vía de la franquicia se puede también desarrollar a través del modelo cooperativo.
El presidente de Ucomur, Juan Antonio Pedreño, destacó durante la inauguración de la jornada que un proyecto empresarial en el que participan dos o tres personas ofrece más garantías de éxito que otro de una sola persona. “Comparten el riesgo, por lo que el miedo en los inicios es menor. Y si la cosa va mal, resiste mejor, porque siempre hay alguno de los socios que tira para adelante. Todo lo que sea emprendimiento colectivo tiene más viabilidad de futuro”, aseguró.
También señaló que el cooperativismo permite desarrollar el modelo de franquicia y explicó los servicios que Ucomur ofrece a los emprendedores, que incluyen el estudio de viabilidad del proyecto y, una vez se confirma que es factible, todo el tema de constitución de la empresa y de tramitación de ayudas. Mostró la importancia de analizar detenidamente cada propuesta para crear un negocio, puesto que es mejor no poner en marcha una empresa si conlleva riesgos económicos.
Remedios Aceña, de Hispacoop, explicó que el objetivo del curso era fomentar el emprendimiento colectivo a través de la experiencia de una cooperativa como Consum. “Sabemos que el emprendimiento en solitario es difícil. Por eso hemos elegido la figura de las franquicias. Un modelo de gestión compartida que tiene detrás a una gran empresa”, explicó. Así, destacó que las franquicias es uno de los modelos que mejor está funcionando en el proceso de crisis, concretamente en el sector de la alimentación, donde cada vez se abren más establecimientos.
El curso contó con las ponencias de Ruth Guerola, responsable del Área de Empresa de Ucomur; Vanesa Pérez, de comunicación externa de Consum, y Juan Ramírez, jefe de zona de Franquicias de Consum.
Guerola explicó algunas de las ventajas del modelo cooperativo de trabajo asociado, entre las que figuran que no existe un capital social mínimo para constituir una de estas empresas; que tiene limitada la responsabilidad frente a terceros a su aportación al capital social, además de la posibilidad de elegir el régimen de seguridad social de los socios y de acceder a ayudas de la Administración regional y a ventajas fiscales.
Pérez presentó las principales cifras de Consum en la Región, donde hay 26 tiendas, de las que siete son de la franquicia Charter. “Queremos mostrar a las personas que tienen un poco de miedo de emprender que, si apuestan por la franquicia, cuentan con una gran empresa que les apoya”, señaló. Ramírez se centró en explicar el funcionamiento de las franquicias Charter, que son tiendas de 300 a500 metros cuadrados, que se ubican en lugares donde no se puede establecer una gran superficie como Consum, y que las gestiona un empresario. “Es una opción atractiva para gente que quiere desarrollar su propio negocio”, indicó.