Maik & May, la cooperativa que revoluciona el mundo de la estética

Maik & May, la cooperativa que revoluciona el mundo de la estética

Operativos desde 2020, esta cooperativa ofrece tratamientos de hidratación, nutrición y regeneración que van más allá de la peluquería tradicional

La pandemia les pilló con la persiana recién levantada y el confinamiento les obligó a cerrar cuando todavía no había a penas comenzado su actividad. Miguel Ángel Madrid y May Celdrán se encontraron con el negocio de sus sueños materializado por fin pero sin clientela a la que atender.

A pesar de las dificultades del último año, estos dos socios de la cooperativa Maik & May Estilistas, han logrado salir a flote y demostrar que la unión hace la fuerza. Juntos emprendieron con la idea de crear una sociedad cooperativa sobre la que asentar un negocio de peluquería, maquillaje y estética, áreas en las que ambos son expertos ya que provienen del mundo de la docencia. Con la ayuda de Ucomur y un asesoramiento completo desde la idea inicial, pasando por las licencias y obras del local, hasta los trámites finales, estos dos jóvenes emprendedores apostaron todo a una idea que hacía tiempo les acompañaba: la de crear una peluquería que fuera mucho más que eso.

Su dedicación y su trato cercano y amable, unido a los productos orgánicos y ecológicamente sostenibles que utilizan, han conseguido hacerles merecedores de la atención del vecindario. Sus inicios se vieron truncados por el coronavirus, pero su trayectoria no deja lugar a dudas de que el presente y el futuro de Maik & May es brillante.

Detrás de la marca está la profesionalidad de dos socios convencidos de que para la satisfacción del cliente no solo basta con dar color y peinar, hay que cuidar hasta el más mínimo detalle. “Nuestra filosofía es el cuidado del cabello. Cuando nuestros clientes vienen no vienen solo por un corte o un peinado, vienen porque saben que tenemos los mejores productos, que son orgánicos y veganos, que no testan con animales, y que nutren, hidratan y protegen su pelo. Nosotros no ofrecemos únicamente un servicio de peluquería o estética, ofrecemos tratamientos de hidratación y regeneración capilar”, explica Miguel Ángel Madrid.

Uno de los sueños por cumplir de esta pareja de profesionales es volver a dar clases. Ambos coincidieron hace casi una década como profesores de peluquería, en el caso de Miguel, y de maquillaje, en el caso de May. En la academia en la que impartían los cursos comenzó a fraguarse una amistad que hoy tiene nombre de empresa cooperativa. En un futuro su pretensión es retomar la docencia ofreciendo clases de automaquillaje o preparando a futuros estilistas.

“Nosotros somos profesores, y eso no lo hemos perdido. Nos encanta lo que hacemos pero echamos de menos enseñar. Por eso cuando montamos el local reservamos una parte para tener un aula que un día pueda acoger estudiantes de peluquería, maquillaje y estética en general”, indica May Celdrán.

Hasta entonces, estos socios ofrecen unos servicios de calidad ahora que por fin han podido levantar la persiana con la esperanza de no volver a cerrarla nunca.