Las empresas constituidas en la Región demuestran que el trabajo asociado da respuesta a todas las actividades, desde comercio, hostelería, restauración, transportes, finanzas, educación, cultura, ocio y salud hasta industria, energía, agricultura, construcción y otras
Tiendas, talleres, restaurantes, cafeterías, clínicas, colegios, academias, guarderías, fábricas, naves industriales, almacenes, estudios de diseño, supermercados, gasolineras, oficinas, asesorías, peluquerías, centros de estética y otros muchos y variados negocios apuestan por la fórmula cooperativa. Una de las máximas del cooperativismo es que de cualquier sector y actividad nace una de estas empresas.
De este modo, al igual que no se trata de un modelo pensado para las épocas de crisis, aunque su eficacia se hace más evidente cuando las cosas pintan mal, o limitado a una cierta dimensión empresarial, como lo demuestra la Corporación Mondragón, las cooperativas constituidas en la Región de Murcia en los últimos años rompen el mito de que el trabajo asociado se confina a ciertas actividades.
Y es que una cooperativa puede encuadrarse en todos los sectores de actividad económica: desde cualquier tipo de servicio, pasando por actividades industriales, la construcción y, aunque son menos habituales, la agricultura y la ganadería. Ejemplo de esto último es Juan Ros e Hijos, una cooperativa creada por los hermanos Juan y Alejandro Ros que cuenta con una explotación ganadera en Bullas que alberga 800 cabras murciano-granadinas, y aspira a alcanzar las 3.000 cabezas de cabaña en un plazo de dos años y medio o tres, para producir entre 3.000 y 3.500 litros de leche diarios y unos 3.000 cabritos al año.
No obstante, el sector servicios es el que lleva la voz cantante en lo que se refiere a la creación de cooperativas. Sin ir más lejos, el 80% de las empresas constituidas el año pasado pertenecen a él (comercio, hostelería, ocio, cultura, consultoría, atención a la dependencia, formación,…).
Así, cabe destacar los numerosos y variados proyectos de hostelería y restauración que han surgido en los últimos meses, desde propuestas de cocina creativa y contemporánea, como Llaveo, en la Plaza del Casino de la Alberca, o La Barra de los XII, en la calle Apóstoles, con vistas al lateral de la catedral; a locales de comida para llevar, como el Asadero de Pollos Pizzería Antolinos, en Alcantarilla, y bares como DJS, en la Avenida Fabián Escribano, en Beniaján, y Los Reyes Terraza, en Las Torres de Cotillas.
La educación es también uno de los puntos fuertes del cooperativismo murciano, con un total de 72 centros, de los que 54 pertenecen a la enseñanza concertada, lo que supone la mitad del total de la Región. El resto, son escuelas infantiles privadas de 0 a 3 años, muchas de las cuales han surgido para aportar soluciones a los ayuntamientos y gestionar un servicio público que resultaba deficitario, tal y como también sucede con los centros de atención a la dependencia y las actividades ocio-culturales. La Casa del Museo, por ejemplo, desarrolla todo tipo de actividades para acercar la cultura popular de Jumilla a los más pequeños y para que aprendan a crear juguetes con materiales cotidianos o a ser guías de museos y arqueólogos.
La oferta educativa se completa con diversas academias de formación, ya sean especializadas en la enseñanza del inglés, como Mr&Mrs Centro de Idiomas, en Ceutí, o para dar clases particulares de todas las materias a alumnos de Primaria y Secundaria, como la Academia Erasmus, en Alhama de Murcia.
En el ámbito del transporte también han surgido numerosas cooperativas en la Región. Una de las más importantes es Radio Taxi, que cuenta con más de 240 socios y aglutina el 80% de los taxis que circulan por el municipio de Murcia y el 30% de toda la comunidad. En el caso del transporte de mercancías, hay un grupo de seis cooperativas ubicadas en San Pedro del Pinatar, Mastertrans, Cargotrans, Logistrans, La Pinatarense, Soltrucks y Novatrucks, que abarcan todo tipo de productos, desde frutas y hortalizas dirigidas al mercado nacional e internacional (Alemania, Francia, Bélgica, Holanda y terceros países), hasta muebles, electrodomésticos y repuestos para vehículos. También disponen de vehículos para la construcción (hormigoneras, grúas, transporte de áridos), además de los camiones frigoríficos y para paquetería.
A las actividades más habituales como son la hostelería, la educación y el transporte, se les ha unido este año una que no había sido explotada hasta ahora en la Región, la venta ambulante. Tras la puesta en marcha el año pasado de Asoven-Covesur, que ya agrupa a 54 socios y pretende incorporar más, en enero surgieron otros siete proyectos similares, uno de ellos de ámbito nacional, que pretenden aportar mayor seguridad jurídica, estabilidad laboral y rentabilidad a los comerciantes minoristas que se ganan la vida en los diferentes mercadillos o mediante la venta a domicilio.
Dos ejemplos notables, y además recientes, de que las cooperativas tocan todos los palos son la Manzana Dorada y Servicios Funerarios Sandoval. La primera se presentó en sociedad el pasado 31 de octubre en el Teatro Circo, formada por cinco caras conocidas de las artes escénicas murcianas: Carlos Roi, Pedro Segura, Pilar Guirao, Juan Rivas y Mónica Adán. Esta plataforma teatral pretende distribuir espectáculos ya montados y producir obras nuevas, además de que engloba todas las actividades y servicios necesarios para las compañías, como asesoramiento, diseño gráfico, labores de promoción y de marketing y producción de elementos escénicos.
En el caso de Servicios Funerarios Sandoval, constituida hace apenas unos días, pero con una trayectoria de más de 60 años en el sector y tres generaciones, se encuentra ya en plena construcción de un tanatorio, que se llamará Virgen de la Consolación, en el Polígono Industrial El Tapiado de Molina de Segura. Una vez terminen las obras, a finales de marzo, contará con tres salas de velatorio en un edificio de casi 800 metros cuadrados y con capacidad para acoger a 350 personas.
Las cooperativas surgen a menudo como respuesta a situaciones críticas, pero también son fórmulas que se adaptan bien a la nueva economía y a los sectores emergentes: desde desarrolladores de aplicaciones y páginas web a consultores especializados en energías renovables y eficiencia energética. Solución Base Software diseña todo tipo de páginas web, así como aplicaciones hechas a medida para la gestión interna de las empresas. Compuesta por Verónica y Martín Pinar, su punto fuerte es el desarrollo de proyectos de ‘e-commerce’ (tiendas online).
GMG Energía, por su parte, cuenta con tres líneas de negocio principales: el desarrollo de actuaciones para implantar la eficiencia energética en hogares, empresas, comercios e industrias; la realización de instalaciones de gas, para producción de calor y de energías renovables (solar térmica, fotovoltaica, biomasa, aerotermia, geotermia,…), y su posterior mantenimiento.
Las cooperativas también apuestan por la innovación. Es el caso de AOT Topografía, que lleva a cabo diversos proyectos en la Región para probar las aplicaciones de los drones en el medio ambiente, con dispositivos de captura de imagen y sonido, cámaras térmicas, sensores para detectar radiación o emisión de gases contaminantes. La empresa inició su actividad en 2007 y está especializada en el campo de la topografía. Con sede en Cehegín, realiza batimetrías (topografías del fondo marino), levantamientos topográficos, mediciones de fincas, actuaciones catastrales, proyectos urbanísticos, informes técnicos y certificaciones, así como al control y seguimiento de obras.
Ambulorca, que inició su andadura en 1990, cuenta con uno de los servicios sanitarios más ágiles y completos de la Región. Se encarga del transporte de enfermos y accidentados del área tres de salud, que incluye los municipios de Lorca, Águilas, Puerto Lumbreras, Totana y Aledo, para lo que disponer de un sistema de localización y gestión de las ambulancias que es pionero en todo el país. Se trata de una red de comunicaciones basada en terminales instalados en los vehículos, que están codificados e interconectados con el centro de coordinación, con marcación por voz y sistema de manos libres. Los coordinadores, a través de un programa informático, pueden mandar y recibir información en tiempo real y saber en todo momento dónde se encuentran las ambulancias y si se ha producido una incidencia.
Toujours Belle, por otro lado, ofrece tratamientos de belleza, ya sean para adelgazar, rejuvenecer o aportar firmeza a la piel, así como para la rehabilitación física, a través de las últimas tecnologías en el sector, como el ‘face system’, que elimina los signos de la edad en la cara; y de programas innovadores como su circuito de gimnasia asistida, que ayuda a que los pacientes aumenten su flexibilidad y elasticidad a través de diversos ejercicios en camillas y de electroestimulación.
A pesar de la crisis, el cooperativismo ha seguido abriéndose camino con fuerza en el sector industrial y la construcción. Somieres Eléctricos Atalaya es una cooperativa que se ha especializado en el diseño, la fabricación y venta de somieres articulados eléctricos, es decir, que pueden adoptar diferentes posiciones mediante un pequeño motor que se controla con un mando (por cable o inalámbrico). Dispone de dos gamas, una diseñada exclusivamente para hospitales o clínicas, para dar mayores facilidades a los pacientes con movilidad limitada y otra para el hogar, ambas disponibles tanto en las diferentes medidas estándar de ancho y largo del mercado, como especiales bajo pedido. Otro ejemplo es Eleveco, especializada en el sector de la elevación personalizada e industrial: plataformas salvaescaleras, sillas elevadoras, ascensores unifamiliares, montacargas, montacoches y montaplatos.
En cuanto a cooperativas del ‘ladrillo’, Hipahe Construcciones, en Beniel, realiza obra nueva y todo tipo de reformas en viviendas, además de mantenimiento de edificios y comunidades y ejecución de obra civil de urbanización. Cuenta en plantilla con un equipo formado por dos arquitectos técnicos y trabajadores especialistas en albañilería y estructura.
La fórmula preferida para reflotar empresas en crisis
Las cooperativas se han convertido en una tabla de salvación frente al cierre de empresas mercantiles y los expedientes de regulación de empleo. Muchos trabajadores deciden no rendirse y optan por unirse para reflotar su pyme, mantener una marca o empezar desde cero como empresarios ante las dificultades en sus antiguas empresas. Esta opción es posible gracias al asesoramiento de Ucomur, que se ha especializado en los últimos años en rescatar sociedades mercantiles en crisis y convertirlas en cooperativas.
Es el caso de Talleres Bornas Sánchez, en la que dos trabajadores, Juan Pedro Manzanares y Miriam Sánchez, decidieron dar el paso de emprender por su cuenta ante la evidencia de que el trabajo asociado era una opción para afrontar el futuro con más garantías, especialmente a la hora de salvar cualquier bache económico que se encuentren en el camino. A ellos se les unió posteriormente Julio Bornas, quien junto a Manzanares son los dos mecánicos, mientras que Sánchez se ocupa del trabajo administrativo y de la contabilidad.
Otro ejemplo reciente es Profinox, que se dedica al tratamiento y deformación de acero inoxidable, y que está compuesta por nueve trabajadores que proceden de una empresa afectada por un ERE y que decidieron arriesgarlo todo para crear su propio puesto de trabajo bajo la fórmula cooperativa. Un caso similar es el de Mula Confort, formada por 17 antiguos trabajadores de la extinta Colchón Comodón, que fabrica todo tipo de artículos relacionados con el descanso: colchones, almohadas, somieres, canapés o bases. Tras un proceso complicado, en el que muchos de los trabajadores estuvieron durante dos años en el paro, resistiendo en buena parte gracias a las ayudas familiares, el proyecto arrancó el pasado mes de mayo y ya comienza a dar sus frutos, con la presentación hace unos meses de una marca de colchones de alta gama.
La cooperativa Alge surgió por la iniciativa de antiguos trabajadores de la empresa Valeo en el año 1995. Juan Antonio Martínez, Pedro Caravaca y Antonio Puertas son los tres socios que se mantienen en esta empresa de Molina de Segura de matricería y mecanizado.
Sierra Informática, en cambio, estuvo a punto de cerrar por la jubilación del fundador de la empresa, Antonio Sierra, pero sobrevivió gracias a que los tres trabajadores, María Teresa López, Francisco Marín y José Antonio Rueda, decidieron seguir con la actividad mediante una cooperativa. Su actividad es la venta y reparación de artículos de oficina e informática.
Ucomur destaca que estas empresas demuestran cómo el cierre de una empresa no es el final, y que “con ganas, experiencia e ilusión puede nacer otra nueva, porque la fuerza está en el capital humano y en el saber hacer”. Murcia es la región de Europa con mayor número de reconversiones de sociedades mercantiles en cooperativas.