PILAR 4 - Ucomur

ENTREVISTA A PILAR ALGUACIL

Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Valencia

 “Las cooperativas generan democracia económica”
La Unión de Cooperativas de Trabajo Asociado de la Región, Ucomur, celebró el 3 de febrero un seminario sobre fiscalidad cooperativa dirigido a los técnicos y trabajadores de la organización, de Ucoerm y de la asesoría OTES, como paso previo a una jornada abierta que tendrá próximamente. El objetivo era profundizar en los conocimientos sobre este ámbito para ofrecer un mejor grado de asesoramiento y servicio a sus asociados. Pilar Alguacil, catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Valencia (UV) y una de las mayores especialistas en fiscalidad cooperativa del país, fue la encargada de impartir el seminario, que se centró fundamentalmente en la relación entre la Ley de Cooperativas de la Región de Murcia y la Ley Fiscal. Alguacil también es miembro del Instituto de Investigación en Economía Social, Cooperativismo y Emprendimiento (Iudescoop), donde dirige el servicio Iudescoop-Asesores.
¿Cuáles son los principales temas que se han abordado en el seminario?
Hemos realizado un repaso general de las tributaciones de las cooperativas de trabajo asociado en Murcia. Al ser un seminario de una mañana, me he centrado en las cuestiones más relevantes en estos momentos, como la clasificación de las cooperativas en protegidas y especialmente protegidas y los requisitos para obtener uno u otro nivel de protección fiscal. En la segunda parte se han abordado las distintas especialidades que tienen las cooperativas de trabajo en el Impuesto sobre Sociedades. El principal problema es que este impuesto está diseñado para sociedades de capital, es decir, para las anónimas y limitadas, y las cooperativas funcionan de una forma diferente, por lo que necesitan otro tipo de regulación.
¿Qué particularidades presentan las cooperativas murcianas en el ámbito fiscal respecto a las del resto del país?
Cada comunidad tiene su propia legislación. La realidad de las cooperativas de la Región es diferente a las del País Vasco o Comunidad Valenciana, puesto que no se rigen por la misma normativa, lo que plantea al mismo tiempo unos problemas distintos. La competencia en fiscalidad es estatal (Ley 20/1990) y a veces se generan pequeños  desencuentros con las leyes cooperativas, que son de ámbito autonómico
¿Cómo se pueden solucionar esos desencuentros
Hay una serie de temas que se podrían mejorar, como regular de forma más adecuada la separación de los resultados cooperativos y extracooperativos, es decir, los ingresos de los socios y de los no socios. La legislación obliga a que exista una proporción equilibrada entre los ingresos de los trabajadores no socios y el total de trabajadores (socios y no socios) de la empresa. Se trata de un aspecto que a veces penaliza mucho la contratación indefinida de personal y que, a nivel fiscal, complica el impuesto sobre sociedades
¿Qué ventajas fiscales tienen las cooperativas
La principal ventaja fiscal es que tributan sobre el 20% de los beneficios, con una bonificación del 50% para las que son especialmente protegidas, por lo que el resultante para el impuesto de sociedades se queda en el 10%, aproximadamente. En general, las cooperativas tienen dos características que son muy importantes y que deberían dar lugar a un tratamiento más diferenciado. La primera es que su forma de funcionamiento es distinta a las sociedades de capital, en la medida en que se prima el trabajo o la actividad del socio por encima del capital
Este aspecto le proporciona una segunda característica, y es que a efectos fiscales funcionan como pequeñas empresas, por lo que el tratamiento también debe ser el mismo, porque no pueden captar capital riesgo con la misma facilidad que una gran compañía, aunque tenga un tamaño similar. Esta índole o característica de su capital y la estructura económica les impide acudir a bolsa. Su funcionamiento es una gestión más asamblearia y siempre de cara al socio, por lo que tiene los mismos inconvenientes que las pequeñas empresas en relación con el mercado, pero también las mismas ventajas en cuanto a creación de un tejido empresarial más potente y resistente a los ciclos económicos. La conclusión es que el tratamiento fiscal debería ser al menos como el de las microempresas y pequeñas empresas
¿Tiene la legislación actual en cuenta este planteamiento
Hasta hace unos años sí, pero en las últimas leyes en las que se ha buscado incentivar a las pequeñas empresas se han dejado aparte a las cooperativas y, desde mi punto de vista, es un error tremendo. Incluso, no se han incluido a las que son propiamente pequeñas empresas, lo que es un error aún más grande
La Comisión Europea insta a que se las debe tratar fiscalmente como pequeñas empresas, aunque el volumen de trabajo y número de trabajadores no sea el de una pequeña empresa. Es un modelo que debería potenciarse, pero que no lo está siendo en los últimos tiempos
¿Qué argumentos daría a las administraciones para impulsar la constitución de cooperativas
En primer lugar, son empresas que no solo generan autoempleo, sino que también son unos puestos de trabajo resilientes a los cambios de ciclo económico. Es un modelo que crece con la bonanza y que no se destruye tan fácilmente durante las crisis. Además, es una empresa que nose deslocaliza y, por tanto, tributa siempre en España, generando empleo, riqueza, productividad y PIB. En definitiva, cumple muchas funciones de estabilizador económico, que es una de las tareas de los impuestos
Para alcanzar una productividad sostenible y real, se necesita que en el mercado exista una competencia que funcione, lo que sería imposible de conseguir si solo hay un modelo de empresa. Cuanto mayor sea la diversidad de formas de empresa, mejor funcionará todo. Las cooperativas son una forma de hacer empresa distinta. Cubren las necesidades de sus socios y, en ese sentido, potencian a la sociedad civil, porque son los propios ciudadanos los que buscan una solución para sus problemas laborales.
Es una alternativa real y exitosa a las dos posibilidades que normalmente se plantean, que el Estado cubra todas las necesidades, o que sea el capital. Ya hemos visto que las dos tienen sus carencias y, al final, son lo mismo. El capital maneja al capital y al Estado. La cooperativa, en cambio, es una forma que genera democracia económica. No existe democracia política si no la hay económica.